Cusco.

Mogollón de Iglesias.
Plaza de Armas.

Construcción española sobre restos Incas.

Calle del barrio de San Blas.

Balcones.

Después de nuestras pequeñas vacaciones, ¡toma ya! 16 horitas más de bus y venga, a ver, a ver, a ver, más cultura, más iglesias...en teoría hemos cargado las pilas, pero ya veremos, la altitud es la altitud.

Situada al sur del Perú a una altitud de 3.399 m, fue la capital del Imperio Inca, convirtiéndose en la ciudad más importante de los Andes. Francisco Pizarro la refundó a la usanza española, estableciendo como Plaza de Armas la que fue también la plaza principal durante el incanato y que se encontraba rodeada de los palacios de los soberanos incas. La ciudad se convirtió en un importante centro comercial y cultural de los Andes centrales, ya que se encontraba en las rutas entre Lima y Buenos Aires. El centro de la ciudad conserva muchos edificios, plazas y calles de épocas prehispánicas así como construcciones coloniales, contruidas encima de las antiguas edificaciones incas, lo que motivó que fuera declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Pasear, ver, pasear, iglesias, museos... vale la pena pasar unos días; una de las ciudades más bonitas, de momento, en este viaje.